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Dolor de espalda, ¿por qué se padece más en verano?

20 Jul, 2022
Justo cuando menos lo necesitamos, en la época en la que tenemos más tiempo libre y estamos más preparados para el disfrute, aparece el temido dolor de espalda.

En FisioVigo, su centro de fisioterapia en Pontevedra, no queremos que nada le impida disfrutar como se merece de sus vacaciones: por ello, le contamos cuáles son las principales causas de la aparición de esta dolencia en verano y cómo prevenirlas. ¡Comenzamos!

El aire frío en contraste con altas temperaturas

Con la llegada del calor estival necesitamos a menudo buscar sistemas para refrescarnos: conectamos el aire acondicionado y esto produce un contraste de temperatura que puede ocasionar contracturas en los músculos.

El aire frío hace que la temperatura del músculo descienda en poco tiempo de forma notable. El cuerpo percibe este fenómeno como una agresión y, en contrapartida y como mecanismo de defensa, tienda a contraerse de forma involuntaria. He aquí el inicio de las dolorosas y temidas contracturas que originan el dolor de espalda.

Menor descanso

En verano pasamos más tiempo al aire libre, en la calle, en reuniones sociales… Y menor tiempo descansando.

Si a ello le añadimos los viajes y las escapadas, esos momentos en los que permanecemos muchas horas sentados, camino de nuestro destino, cargando con pesadas maletas o cambiando de cama y almohada, sin conseguir el clima favorable para el descanso al que estamos acostumbrados en nuestra vivienda habitual, tenemos el terreno abonado para que aparezcan, una vez más, las contracturas y los dolores típicos, como las lumbalgias.

Un atracón deportivo

¿Es usted de los que no practica deporte durante el año por falta de tiempo, pero aprovecha la llegada del buen tiempo para hacerlo? Si es así, le recomendamos que lo haga poco a poco, sin sesiones demasiado intensas y bruscas que podrían pasarle factura a sus músculos.

El estrés

Cuando nuestro cuerpo se mantiene en tensión, muchas veces no somos capaces de advertir tan siguiera que estamos estresados: nuestro nivel de alerta mantenido a lo largo de los meses de invierno nos lo impide. Sumidos en el frenético ritmo de vida actual no nos damos cuenta. No obstante, esta tensión muscular que arrastramos todo el año se deja notar, precisamente, cuando nuestro cuerpo por fin puede relajarse: en verano.

Es en ese momento cuando comienzan a aflorar para nosotros de forma palpable todas las molestias, tensiones y contracturas que llevaban tiempo fraguándose.

En todos estos casos, debemos escuchar a nuestro cuerpo y pedir cita con nuestro fisioterapeuta en Pontevedra de confianza. En FisioVigo estaremos encantados de atenderle. Venga a visitarnos y reciba, sin compromiso, una valoración personalizada de su estado de salud. Es momento de apostar en firme por su bienestar.

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