Entre los diferentes tratamientos que realizamos en FisioVigo, atendemos a pacientes que sufren de epicondilitis o codo de tenista para conseguir remitir el dolor que les impide desarrollar su trabajo de forma habitual. Esta lesión se produce por una sobrecarga muscular, por lo que es necesario trabajar los músculos y los tendones de la zona para tratarlos y fortalecerlos.
El tratamiento es largo y requiere de constancia, pero con la ayuda de profesionales como los que trabajan en FisioVigo conseguirás notar considerables mejoras. Como último recurso, y siempre que tras un año de rehabilitación del tendón no se noten mejoras, siempre se puede recurrir a la cirugía.
El reposo del tendón es parte importante del tratamiento y se pueden tomar antinflamatorios para sobrellevar y anestesiar el dolor. También hay unas almohadillas ortopédicas que ayudan a hacer presión en la zona y así disminuir el dolor. Por supuesto, el hielo es siempre buen compañero analgésico para combatir el dolor y bajar la inflamación.
A mayores de la medicación, el hielo o las coderas, lo mejor es ponerte en contacto con FisioVigo para pedir cita previa y que nosotros te echemos un vistazo y te digamos qué ejercicios puedes realizar para rehabilitar tu brazo y cuántas sesiones de fisioterapia te pueden venir bien para empezar a notar grandes mejoras.
No dejes pasar mucho tiempo, en cuanto empieces a notar dolor ponte en manos de un profesional y trata de no forzar el brazo para que la cosa no vaya a más, ya que ya de por sí este tendón es frecuentemente usado en nuestra vida diaria para acciones tan comunes como abrir una puerta o desenroscar el tapón de una botella. Profesionales con experiencia en el tratamiento de codo de tenista conseguirán que la situación no se agrave en el futuro y evitar con ello secuelas que puedan afectar a más partes del brazo.
Uno de los ejercicios más recomendados en el sector de la fisioterapia para conseguir fortalecer los músculos de los antebrazos y así dar soporte al tendón dañado, son los ejercicios excéntricos con la muñeca. La tarea es tan sencilla como subir y bajar a velocidad lenta la muñeca.
Con este ejercicio tan sencillo estarás ejercitando varios músculos del antebrazo que pueden contribuir a ejercer de coraza al tendón dañado y repartir más la carga cada vez que realizamos las tareas repetitivas que nos han supuesto la lesión.